Para beneficiarnos realmente del mes de Ramaḍān, necesitamos entender su verdadero espíritu y propósito. El propósito de este gran mes es ayudarnos a debilitar nuestra conexión con el mundo material y fortalecer nuestra conexión con Aḻāẖ Subḥānaẖu wa Ta‘ālā, progresando espiritualmente.
Cualquier ‘ibādaẖ (adoración) impulsada e inspirada por este estado de ánimo será verdaderamente fructífera.
Debemos aprovechar al máximo este Ramaḍān, puesto que sólo Aḻāẖ Ta‘ālā sabe quién estará vivo para ver el próximo Ramaḍān. Valora cada momento de la siguiente manera:
– Realizando ‘ibādaẖ (adoración) tanto como sea posible.
– Pasando el mayor tiempo posible en el masỵid.
– Manteniéndose alejado de todas las actividades pecaminosas. Un tanque grande lleno de leche que contiene solamente unas cuantas gotas de orine o alcohol, es inútil.
Del mismo modo, un tanque lleno de ‘ibādaẖ mezclado con unas cuantas “gotas” de pecado no tendrá valor.
– Manteniéndose alejado de internet. Muchas personas usan el internet por buenas razones y con buenas intenciones, y luego terminan en sitios web que los llevan a pecar. Nos movemos de un sitio a otro sin darnos cuenta que estamos pecando. Además, el internet es un desperdicio de tiempo tal que nos conectamos solamente por unos cuantos minutos, pero pasamos horas inútilmente sin que ni siquiera nos hayamos dado cuenta.
– Absteniéndose de responder correos electrónicos innecesarios que pueden esperar hasta que Ramaḍān se acabe.
– Durante cada noche de Ramaḍān, gasta al menos un dólar en el camino de Aḻāẖ Subḥānaẖu wa Ta‘ālā; ¡ya que si llega a ser Leilat-ul-Qadr, recibirás la recompensa de haber gastado un dólar diario durante más de ochenta y tres años!
Rasūluḻāẖ ṣaḻaḻāẖu ‘aleiẖi wa saḻam mencionó cuatro cosas que debemos hacer abundantemente en el mes de Ramaḍān, dos para el Placer de Aḻāẖ y dos de las cuales no podemos prescindir:
1 – Recitar en abundancia la kalimaẖ: LĀ ILĀH̱A IḺAḺĀH̱.
2 – Buscar Su perdón a través del Istiġfār: ASTAĠFIRUḺĀH̱.
3 – Pedir el Ỵannaẖ: AS’ALUKAL ỴANNAH̱.
4 – Pedir Su refugio del Fuego del Ỵaẖannam: A‘UḎẔUBIKA MINAN NĀR.
Mi difunto padre, Ḥāfiẓ Ibrāẖīm Dhorat raḥmatuḻāẖi ‘aleiẖ me enseñó un du‘ā durante mi infancia, lo que supongo que hizo teniendo en cuenta el ya mencionado ḥadiz de Rasūluḻāẖ ṣaḻaḻāẖu ‘aleiẖi wa saḻam. Me enseñó a recitar abundantemente durante el mes de Ramaḍān:
¡Que Aḻāẖ nos conceda el toufīq (inspiración divina) de valorar cada segundo de este sagrado mes de RAMAḌĀN!
Por: Sheij Moulānā Muḥammad Salīm Dhorat ḥafiẓaẖuḻāẖ
Recopilado por Mawlana Muhammad Rawat