Un nuevo año comienza

Por Sheij Moulānā Muḥammad Salīm Dhorāt (ḥafiẓaẖuḻāẖ)

Los momentos, que pasan en forma de segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y años, nos recuerdan que, finalmente, todo en este mundo va a perecer. El advenimiento de muḥarram, el primer mes del calendario islámico, nos recuerda que ha pasado otro año más de nuestras vidas y que, ahora, estamos un año más cerca del más allá. Tanto Seiyyidunā Abū Dardā, raḍiyaḻāẖu ‘anẖu (Aḻāẖ esté complacido con él), como Ḥasan Baṣrī, raḥmatuḻāẖi ‘aleiẖ (la Misericordia de Aḻāẖ esté con él), dijeron:

اِبْنَ ادَمَ إِنَّمَا أَنْتَ أَيَّامٌ فَكُلَّمَا ذَهَبَ يَوْمٌ ذَهَبَ بَعْضُكَ

«¡Oh, hijo de Ādam!, no eres sino días; cuando un día pasa, una parte de ti pasa».

Esta es la realidad; nuestras vidas se están acortando con cada momento que transcurre, y está en nuestras manos emplear de la mejor manera posible estos preciados momentos con los que hemos sido bendecidos. Merece la pena recordar el consejo de Seiyyidunā ‘Alī, raḍiyaḻāẖu ‘anẖu:

اِرْتَحَلَتِ الدُّنْيَا مُدْبِرَةً، وَارْتَحَلَتِ الآخِرَةُ مُقْبِلَةً، وَلِكُلِّ وَاحِدَةٍ مِّنْهُمَا بَنُوْنَ، فَكُوْنُوْا مِنْ أَبْنَاءِ الْآخِرَةِ، وَلاَ تَكُوْنُوْا مِنْ أَبْنَاءِ الدُّنْيَا، فَإِنَّ الْيَوْمَ عَمَلٌ وَلاَ حِسَابَ، وَغَدًا حِسَابٌ وَلاَ عَمَلٌ

«El mundo se está marchando dándonos la espalda y la Ājiraẖ [el más allá] se nos está acercando de frente. Ambos tienen hijos [es decir, quienes son leales a ellos y se esfuerzan para ellos]. Por lo tanto, sé de entre los hijos de la Ājiraẖ, y no seas de entre los hijos del mundo porque hoy es el tiempo para practicar [buenas obras], no para el juicio, y mañana será el tiempo para el juicio, y no para practicar».

Muchas personas se preguntan cómo deben celebrar el año nuevo. Para un musulmán, el método es simple: necesitamos evaluar los doce meses pasados y determinar si los pasamos siendo hijos de este mundo o hijos del más allá: ¿Hicimos el esfuerzo necesario para adquirir el Placer de Aḻāẖ Subḥānaẖu wa Ta‘ālā durante ese período? ¿Empleamos el tiempo que pasó en la obediencia a Aḻāẖ Subḥānaẖu wa Ta‘ālā? ¿Hicimos uso de las bendiciones que nos fueron concedidas, de acuerdo con los Deseos de nuestro Creador?

Si las respuestas son afirmativas, debemos ser agradecidos con nuestro Creador mediante el aumento del bien, y si las respuestas son negativas, debemos arrepentirnos sinceramente y dejar atrás nuestro lamentable pasado. Seiyyidunā ‘Umar, raḍiyaḻāẖu ‘anẖu, dice:

حَاسِبُوْا أَنْفَسَكُمْ قَبْلَ أَنْ تُحَاسَبُوْا وَزِنُوْا أَنْفُسَكُمْ قَبْلَ أَنْ تُوْزَنُوْا، وَتَأَهَّبُوْا لِلْعَرْضِ الْأَكْبَرِ

«Examina tu conciencia [en este mundo] antes de que seas juzgado [por el Creador en el más allá]. Y pesa tus obras antes de que ellas sean pesadas. Y prepárate para la Gran Comparecencia».

Seiyyidunā Ibn ‘Abbās, raḍiyaḻāẖu ‘anẖu, dice:

كَيْفَ نَفْرَحُ وَالْمَوْتُ مِنْ وَّرَائِنَا وَالْقَبْرُ أَمَامَنَا وَالْقِيَامَةُ مَوْعِدُنَا وَعَلى جَهَنَّمَ طَرِيْقُنَا وَبَيْنَ يَدَيِ ﷲِ رَبِّنَا مَوْقِفُنَا

«¿Cómo podemos regocijarnos si la muerte está detrás de nosotros, la tumba está delante de nosotros, la Quiyāmaẖ [el Día del Juicio] es nuestro tiempo designado [nos espera], tendremos que pasar por el Ỵaẖannam [Infierno] y comparecer en la Corte de Aḻāẖ, nuestro Rabb».

La vida es una bendición y debe ser empleada para hacer el bien. Una vez, cuando se le preguntó a Rasūluḻāẖ ﷺ: «¿Cuál es el mejor tipo de persona?». Él ﷺ respondió:

مَنْ طَالَ عُمْرُهٗ وَحَسُنَ عَمَلُهٗ

«Aquel cuya vida es larga y cuyas obras son buenas».

Por lo tanto, cuando comienza un año nuevo, debemos reflexionar sobre el año que pasó. Debemos aprender de nuestros errores del pasado y asegurarnos de no volver a cometerlos en el futuro. Debemos dirigirnos a Aḻāẖ Subḥānaẖu wa Ta‘ālā, pedir perdón y arrepentirnos sinceramente. Debemos decidirnos firmemente a llevar, de ahora en adelante, una vida que atraiga el Placer de Aḻāẖ Subḥānaẖu wa Ta‘ālā.

الْكَيِّسُ مَنْ دَانَ نَفْسَهٗ وَعَمِلَ لِمَا بَعْدَ الْمَوْتِ

«El inteligente es aquel que subyuga su nafs y se prepara para lo que está por venir después de la muerte…».

© At-Tazkiyah